Seguidores

martes, 14 de febrero de 2012

Sobrepasando límites.

Es esa sensación de tenerte cerca a cada momento, de respirar el mismo aire, de estar tumbados bajo el mismo techo y sobre la misma nube. Ese gracioso cosquilleo que recorre cada centímetro de mi cuerpo cada vez que me rozas, esa sonrisa que me sale cuando te leo, cuando te pienso. Esas ganas de comernos este mundo habitado por 7 mil millones de personas que no son nadie a tu lado, que no son tú, e incluso desearían ser yo para estar con alguien como tú. De ir más allá, hasta el infinito. Esa felicidad que me haces desprender, todas y cada una de esas sonrisas que me sacas por muy escondidas que estén. Ese miedo de perderte, de que veas en alguien todo lo que no puedo ser yo y que me hace tratar de volver a encantarte cada día como si fuera el primero. Es esa cara de tonto que me pones para conseguir cualquier cosa, y esa cara de tonta que me haces poner sin darme cuenta al pararme a mirarte y saber lo genial que eres. Es cada una de las líneas que escribo por ti y que no se cansan de expresar lo que siento cuando tus brazos me aprisionan como si de una cárcel de la que nunca quiero salir se tratara. Es toda esa comida que engullimos juntos, todas esas fotos que te gusta hacerme. Es esa manera de hacerme olvidar los problemas, ese momento de tumbarnos en el césped al sol como si no existiera nada más. Somos nosotros. Es mirar atrás y darse cuenta de que el tiempo que hemos pasado no es nada comparado con el tiempo necesario para darte todo lo que te mereces, o al menos todo lo que tengo. Simple y sencillamente, es esa sensación sobrenatural de quererte cada vez más, sin peros, sin paradas, sin dudas. Sólo contigo como única razón porque, cariño, eres la única excepción.

No hay comentarios: