Todo lo que sé es que no estás aquí para decirme lo que siempre solías decirme.

Es muy duro despertarse una mañana, sabiendo que ya no tendrás a esa persona con la que has vivido momentos preciosos, con la que has vivido cosas que no se olvidan nunca. Esa persona entró en mi vida siendo nada, de un golpe y poco a poco se convirtió en todo, mi vida, mis pensamientos... todo. Empieza a ocupar todas las horas que esta despierta tu mente, empiezas a saber que sin esa persona ya no puedes vivir, empiezas a hacerte esas preguntas como por ejemplo ¿Qué haría yo sin él? Cada segundo a su lado, cada minuto, cada hora eres feliz, simplemente porque estas con él, pero cuando vuelves a casa te desilusionas, aunque sonríes porque sabes que lo volverás a ver. En cambio yo ya no tengo mi todo, mi todo se fue para no volver más. He vivido tantos momentos con él, he llorado tanto, he llorado hasta reventar. He intentado demostrarle que lo amo más que a nadie, que mi felicidad depende solamente de él... pero al parecer no puede ser. Ahora simplemente me queda ñar que el volverá, diciendo que me ha echado de menos o diciendo que en este tiempo no ha podido estar sin mi. Pero ya que quieres que te diga... no me sale una sonrisa si no estás. Nunca creí en lo eterno, y te lo decía... pero veo que todo acabo más pronto de lo que imaginaba, si supieras cuanto me duele. Dime tú cómo olvidar esos recuerdos o esos te quiero... Si existieran pastillas para olvidar, yo ya habría muerto de sobredosis. En fin, sonríe, no sufras y si algún día me echas de menos, llámame que seguramente esté ahí para escucharte.